Toca llenar de letras algunos silencios.
No hay necesidad de preguntarse porqué ( o eso creo haber aprendido de tí).
Ha ido evolucionando, y no quería transmitirlo aquí, pero alguna vez dudo de la cordura en algunos de nuestros actos.
Cada vez siento cosas diferentes y, aunque el miedo se disipa, lo que va a en adelante no parece decrecer.
Ensucié el ambiente diciendo que tenía el control, sólo para abrirle la puerta a lo que ha venido, algo diferente, porque en esta vida, no se puede hablar.
Y no puedo darle nombre. No puedo enmascararlo porque es evidente, en realidad, sólo puedo seguir viviendolo ; si me dejas, claro.
No deje que se vaya el carro, ande.